Sabemos que el 70% de nuestro planeta está cubierto por agua, de la cual, sólo el 1% es agua dulce. El agua que consumimos los seres humanos, vuelve en su mayoría al sistema de suministro de aguas después de ser usada. Sólo el 35% restante vuelve a su origen. Cada año la población del mundo aumenta en 77 millones de personas, es decir, que crecemos con un índice del 1,9 % anual.
El mal uso del agua, la pobreza hídrica, el aumento progresivo del consumo del agua (se ha triplicado en el siglo XX), la mala gestión de la misma, y la existencia de instalaciones y grandes infraestructuras deficientes y obsoletas, pueden ser las causas del problema del agua a nivel mundial. La concienciación social y política respecto del uso responsable del agua, junto a los avances en tecnología enfocados al consumo y saneamiento eficiente pueden ser soluciones efectivas, tanto a nivel urbano como doméstico.
Por ello, es sumamente importante el consumo y el uso eficiente del agua. En nuestro caso, el uso eficiente del agua en las construcciones.
El agua es un recurso natural muy escaso hoy en día, por ello, es importante hacer un uso razonable en la industria, intentando ahorrar al máximo el agua potable y utilizando para la construcción aguas recicladas, como la de la lluvia, aguas no potables, aguas salinas…
Los usuarios de los edificios consumen agua y generan residuales. Existen estrategias verdes, para el ahorro y la eficiencia en el uso del agua, que se pueden aplicar en el diseño y mantenimiento de los edificios. En la construcción, una buena planificación puede generar bajos costos de energía, ahorro de agua, menos contaminación… Es por ello que el proceso de construcción debe estar bien planificado, que implique un uso racional del agua, que vele por evitar la contaminación de aguas subterráneas, flujos de aguas y acuíferos. Hablaremos entonces de construcciones sustentables, que velen por reducir el impacto sobre el ciclo del agua.
Cualquier programa de eficiencia del agua en construcción debe seguir estos principios:
- Controlar y gestionar el actual sistema de uso del agua para asegurarse de que los equipos funcionan bien y no existen fugas.
- Reducir el uso de este recurso a través de la implementación de nuevas tecnologías.
- Minimizar el calentamiento del agua, su almacenamiento y distribución.
- Reemplazar el agua potable por aguas grises o de lluvias.
- Evitar en lo posible la eliminación de polvo en general, limpieza de calles y lavados de vehículos, maquinaria y herramientas con agua potable.
- Usar agua a alta presión.
Objetivos
· Reducir la cantidad de agua necesaria en edificios y el exterior de los mismos.
· Reducir el consumo de agua municipal.
· Reducir la necesidad de tratamiento de las aguas residuales.
· Aprovechamiento del agua de lluvia para las necesidades de agua interior y exterior (equilibrio hídrico).