El hormigón en verano

El tiempo tan caluroso que hace en verano puede mermar las excelentes propiedades del hormigón.

Ya sabemos que el fraguado es el proceso de endurecimiento y pérdida de plasticidad del hormigón (o mortero de cemento), producido por la desecación y recristalización de los hidróxidos metálicos —procedentes de la reacción química del agua de amasado— con los óxidos metálicos presentes en el clinker que compone el cemento.

Las temperaturas altas del hormigón fresco, aceleran el fraguado, y la velocidad de hidratación con la exigencia del agua hace que las resistencias alcanzadas sean más bajas. También aumenta las fisuras de retracción plástica.

Cuando hablamos de tiempo caluroso nos referimos a las siguientes condiciones:

· Temperatura alta, superior a 35ºC

· Baja humedad relativa.

· Velocidad del viento alta.

El calor que se produce en la hidratación del cemento, viene bien en la época fría. Sin embargo, con el tiempo caluroso puede ser contraproducente. Al aumentar la velocidad de evaporación del agua, la retracción es mayor y se producen más fisuras.

Las fibras de propileno multifilamento son adecuadas para mejorar la resistencia de un pavimento de hormigón. Estas fibras, confieren al hormigón fresco la propiedad de reducir la formación de microfisuras en el fraguado, responsable de las posteriores fisuras de retracción.

Las fibras también confieren propiedades al hormigón en estado seco, ya que ayudan a mejorar el comportamiento frente a impactos, el fuego y la abrasión.

Precauciones
Durante el vertido, la temperatura del hormigón no debe ser superior a 35ºC. Esto se puede conseguir de distintas formas;

· regando el acopio de áridos

· usando agua fría

· protegiendo la maquinaria del sol
· regar la superficie o pavimento antes del vertido del hormigón

Es muy importante que durante el transporte del hormigón, se evite la pérdida de agua.