¿Se trata de una idea brillante, o será un peligro para vehículos y viandantes?
Lo más común en zonas frías o en invierno, es la bajada de las temperaturas y la formación de placas de hielo sobre las aceras, las pistas de aterrizaje de los aeropuertos, y otros muchos lugares expuestos a la intemperie. El hielo es un problema para los viandantes y especialmente para los conductores en invierno. La solución empleada y más común es el uso de sal en las calzadas o la inevitable retirada de acumulación de nieve mediante máquinas. Tareas caras y laboriosas, que podrían quedarse en el olvido gracias a un novedoso método que parece ser efectivo: el bombeo de electricidad a través del hormigón.
En la unidad de investigación de la Universidad de Nebraska, se ha creado un hormigón formado por una mezcla de diferentes cementos, acero y partículas de carbono que consiguen que el material sea conductor de una determinada corriente eléctrica que hace aumentar la temperatura de la superficie y por tanto, es capaz de derretir el hielo. Este compuesto ya ha sido probado y responde a las pruebas iniciales.
Según su desarrollador, Chris Tuan, investigador de la Universidad de Nebraska, esta tecnología no conlleva los mismos costes y los problemas que conllevan otras soluciones, como los químicos y las sales utilizados para derretir el hielo, que deterioran las superficies y tienen un coste mucho mayor. La intensidad de la electricidad que atravesaría el material, sería la suficiente para lograr el efecto esperado sin que conlleve ningún peligro para los viandantes. Se ha probado en un puente de Nebraska, demostrando su eficacia y que el coste de la electricidad necesaria para mantener libre de hielo su superficie durante tres días es muy inferior a la de dosificar sales y químicos para lograr el mismo resultado.
Este invento no propone un programa de deshielo a nivel nacional inmediato. Inicialmente, tendría sentido en áreas de alto uso, como puentes o rampas de carreteras. Pero bueno, cualquier cosa que reduzca las miles de toneladas de sal que se vierten en las carreteras por año sería un gran avance por sí solo.
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Vía: Gizmodo