La porosidad es una característica importante del hormigón y de ésta dependen en parte otras propiedades como la resistencia a la compresión y la durabilidad. Es por ello que a la mayoría de pavimentos de hormigón, sobre todos los impresos o pulidos, se les aplican resinas protectoras no sólo para sellar la porosidad del suelo, sino también para impermeabilizarlos y protegerlos.
No obstante, este tipo de suelos y sobre todo, los que no cuentan con esta protección, se manchan con facilidad por el tráfico, uso continuado, tipo de ambiente, etc y pueden absorber todo tipo de sustancias, polvo, suciedad o manchas grasas como gasolina, gasoil y aceites entre otras, que son las más difíciles de eliminar. En el mercado, existen muchos productos para hacerlo, o al menos, intentarlo.
Existen limpiadores de aceite sin agua que ofrecen una manera fácil de limpiar las manchas de aceite del suelo de manera inmediata. Estos limpiadores se presentan como polvos absorbentes con agentes activos o enzimas que absorben no sólo el aceite de la superficie, sino también el que se encuentra dentro del hormigón.
Es necesario que el hormigón esté seco antes de la aplicación. Si el área manchada tiene acumulado mucho aceite, es recomendable usar primero un cepillo de alambre para eliminar el exceso de aceite de la superficie. Podemos intentar también limpiar con papel absorbente esa demasía de aceite. Esto permitirá que el producto penetre mejor en los poros del hormigón para trabajar más rápido y fácilmente.
Una vez que el limpiador se aplica uniformemente al área, no hay que retirarlo. Estos limpiadores necesitan un tiempo determinado y hay que dejarlos en el suelo de hormigón para que puedan seguir funcionando.
Otros productos no tan apropiados para retirar manchas son los desincrustantes. Se trata de productos ácidos usados principalmente para eliminar residuos de fin de obra, restos de mortero y cemento en todo tipo de pavimentos. Este tipo de producto resulta muy eficaz para eliminar salitres, manchas de óxido y eflorescencias salinas en pavimentos de barro, pero no actúan directamente sobre manchas grasas. Los desincrustantes ácidos, limpian profundamente la suciedad producida por el polvo y la contaminación en materiales muy porosos de exterior, respetan los tratamientos, son ideales para eliminar velos blancos formados por la cal del agua del lavado en pavimentos ya tratados. Son productos concentrados que se diluyen en agua y tienen un rendimiento muy elevado.
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