Los registros históricos hablan sobre la creación del primer túnel en el año 2.200 a.C., en Babilonia. Según el relato, Semiramis mandó crear un pasaje que conectase el Palacio con el Templo de Belos, el cual a su vez pasaba por debajo del río Eúfrates.
Pasaron 4 mil años hasta intentar una obra parecida, esta vez, obra del Imperio Romano, (36 a.C.) que fué el más largo de la época y, aún hoy en día, se queda entre los más largos del mundo. Hablamos de Qanat Firaun, el Canal de los Faraones, un acueducto construido por el imperio romano para llevar agua a la zona de la Decápolis, una confederación de diez ciudades de en la antigua provincia romana de de Siria, provincia situada en la Jordania actual.
Arrancaba de una zona pantanosa y por la superficie, discurría durante 64 kilómetros, para luego pasar bajo tierra en tres túneles de 1, 11 y 94 kilómetros respectivamente que alcanzan una profundidad de hasta 80 metros. Con una altura media de 2,5 metros y un ancho de 1,5 se calcula que era capaz de transportar de 300 a 700 litros por segundo.
Tardaron 120 años en completarlo y por lo visto, nunca funcionó en toda su longitud sino por secciones, pero estamos hablando de una obra llevada a cabo entre los años 90 y 210 después de Cristo.
En la actualidad sólo hay un túnel que lo supere en longitud, justamente otro acueducto, el de de Päijänne, en Finlandia, con 120 kilómetros de largo.
Son numerosos los trabajos de ingeniería de túneles y obras subterráneas.
Este tipo de construcciones están muy diferenciadas dentro de la ingeniería civil, para la cual se requiere una alta especialización. Desde los análisis previos del terreno hasta la fase de realización de los proyectos, debe existir una supervisión de los procesos constructivos, incorporando los conocimientos y herramientas técnicas más avanzadas. Es necesaria en cualquier tipo de proyecto como túneles de carretera, ferroviarios, hidráulicos…
El avance en maquinaria para construcción, explosivos más eficientes y el desarrollo tecnológico del siglo XX dieron paso a mejores técnicas. El nivel freático, la profundidad, longitud, anchura, forma, tipos de hormigón, herramientas eléctricas, maquinaria y los riesgos son elementos que deben estimarse para ejecutar obras de estas magnitudes.
Comparando con otras técnicas de construcción, hacer túneles tiene sus ventajas, como por ejemplo:
· Reduce la contaminación sónica.
· Es más barato que el corte y cubierta.
· No se interrumpe lo que sucede en la superficie.
· Se consume menos energía.
· No influyen las condiciones climáticas en montañas y tierras altas, entre otras…
Pero la complejidad de estas obras también incluye algunas desventajas:
· Es importante contar con un equipo de ingenieros y diseñadores altamente experimentado y cualificado.
· Esta clase de estructuras tiene una coste más elevado.
· Se requiere maquinaria especializada para construirlos.
· La supervisión debe ser constante lo que dure el proyecto para garantizar la seguridad y el cumplimiento.
Estas megaestructuras requieren de maquinaria de construcción avanzada, expertos y una investigación exhaustiva del entorno. La espectacularidad dentro de su diseño, cada vez más sofisticado los hacen hazañas arquitectónicas.