En las últimas décadas, se han realizado varios estudios sobre el impacto económico que presenta el mantenimiento de estructuras afectadas por corrosión. En Estados Unidos cerca del 40% de los puentes de autopistas eran deficientes estructuralmente debido a la corrosión. En nuestro país no hay estadísticas precisas, pero observando el estado que presentan algunas estructuras, podremos darnos una idea de la importancia del tema.
CORROSIÓN DE ARMADURAS
El hormigón le confiere a las armaduras una doble protección. Por un lado, el recubrimiento es una barrera física que separa la armadura de acero de la atmósfera. Por otro, entre el acero y el hormigón se forma una capa pasivante debido a la alta alcalinidad del hormigón (12,5 < pH < 13,5). Mientras esta capa no se vea afectada, el acero permanecerá inalterable.
Existen factores desencadenantes que pueden generar la pérdida de la pasividad de las armaduras:
- a) La carbonatación del hormigón, que genera una disminución del pH del hormigón hace que las armaduras pierdan su capa pasivante.
- b) La presencia de iones despasivantes, fundamentalmente cloruros. Una vez que la capa acero-hormigón se ve afectada, es cuando se produce la corrosión.
Para los ingenieros es todo un reto proponer estrategias adecuadas para garantizar la durabilidad de una estructura. Entre ellas, destacan las siguientes:
- a) Seleccionar una forma estructural adecuada.
- b) Requisitos de ejecución y mantenimiento adecuados.
- c) Calidad adecuada del hormigón de recubrimiento.
- d) Controlar el ancho de fisuras.
- e) Organizar adecuadamente las armaduras.
- f) Utilizar medidas especiales de protección.
Resulta necesario que las estructuras se construyan de la manera más sencilla posible y se facilite la accesibilidad para realizar tareas de inspección y mantenimiento.
En los últimos años se han desarrollado medidas de protección con el objeto de mejorar la durabilidad ante corrosión en ambientes agresivos, entre las que se destacan:
– Colocación de barreras exteriores.
– Incorporación de aditivos inhibidores de corrosión.
– Protecciones especiales de las armaduras.
– Uso de acero inoxidable u otros materiales resistentes a la corrosión.
– Monitoreo y mantenimiento de la estructura.
En resumen, los proyectos de estructuras en ambientes agresivos deberán tener un especial cuidado en las técnicas de construcción y haciendo especial hincapié en la importancia del curado como arma fundamental para maximizar el grado de hidratación de la pasta cementicia del hormigón de recubrimiento.
Fuentes consultadas: E. Becker. Ingeniero en Construcciones y Estructuras.